La calidad del acabado de las placas es tan importante como la elección del material. Por eso, algunas técnicas punteras embellecen el material y garantizan una mayor durabilidad del producto.

Por ello, los clientes profesionales eligen para las placas una técnica denominada termolacado (o recubrimiento en polvo).

1 - Definición

El termolacado es un método de recubrimiento de superficies que se aplica principalmente a superficies metálicas, como el acero y el aluminio.

Este proceso de recubrimiento consiste en pulverizar pintura en polvo sobre una superficie metálica (por ejemplo, sobre una chapa de aluminio, acero o perfiles) y, a continuación, cocerla a alta temperatura para obtener un acabado duradero y resistente.

2 - Etapas del termolacado

Preparación de la superficie

Desengrasado del sustrato para preparar la superficie antes del secado y la aplicación del polvo sobre la chapa de aluminio/acero. Este paso es fundamental, ya que garantiza una adherencia perfecta del polvo a la superficie.

Los 15-20 mm de los bordes no se pueden utilizar, ya que se perforan agujeros para fijar la placa.

Aplicación del polvo

Proyección electrostática de pintura en polvo (generalmente epoxi, poliéster o mixta) mediante pistolas equipadas con cargas positivas.

Al estar la pieza a pintar cargada negativamente, la diferencia de potencial eléctrico atraerá el polvo hacia la superficie, lo que permitirá obtener un depósito homogéneo, sin chorreos ni exceso de espesor.

Espesor del polvo: entre 45 y 60 micras.

Cocción (polimerización)

El paso por un horno a alta temperatura (aproximadamente 180-200 °C) permite obtener buenas características mecánicas, así como el aspecto del color y el brillo de la pieza.

La cocción se realiza en un túnel (transportador) para el acero y en un horno de caja para la chapa de aluminio.

Laminado

Aplicación de una película protectora técnica.

Posibilidad de aplicar una película láser bajo demanda.

3 - Ventajas del termolacado

Elegir el termolacado para una placa ofrece multitud de ventajas, ya sea para aplicaciones arquitectónicas, industriales o de comunicación.

✔️ Resistencia de calidad : la capa de pintura aplicada durante el termolacado es especialmente resistente. Proporciona una gran protección contra golpes, arañazos, corrosión y abrasión. Además, el termolacado garantiza la estabilidad frente a los rayos UV y las inclemencias meteorológicas, lo que lo convierte en un elemento esencial para la elección de paneles exteriores o elementos de fachada.

✔️ Bonito acabado estético : con este proceso electrostático, la capa de pintura en polvo se aplica sin imperfecciones. No presenta chorretones ni irregularidades.

✔️ Amplia gama de colores y texturas : el termolacado abre un amplio abanico de posibilidades para el aspecto de las chapas de aluminio y acero. Es posible adoptar un aspecto mate, satinado, brillante, texturizado o incluso metalizado. También hay disponible una infinidad de colores según las necesidades del cliente.  

✔️ Flexibilidad de tiempo : la aplicación del polvo mediante el proceso de termolacado permite ahorrar mucho tiempo. El material se trata de una sola vez, a diferencia de las múltiples capas que requiere la pintura líquida. El tiempo de secado también es muy corto, lo que acelera considerablemente los plazos de producción.

Ahorro de tiempo, ya que se pueden lacar series pequeñas.

4 - Certificación

Las certificaciones QUALICOAT y QUALI STEEL COAT son certificaciones internacionales que regulan el método de termolacado. Aunque ambas certificaciones persiguen el mismo objetivo, se aplican a materiales diferentes.

QUALICOAT y QUALI STEEL COAT garantizan un recubrimiento en polvo que cumple con las normas de durabilidad, rendimiento y estética. Por ejemplo, garantizan el rendimiento anticorrosión, la durabilidad y la flexibilidad.

Estas etiquetas garantizan la conformidad y el rendimiento del tratamiento químico preparatorio, del proceso y del producto acabado, así como de los polvos utilizados.

  • QUALICOAT

La etiqueta QUALICOAT es una referencia en lo que respecta al termolacado del aluminio y sus aleaciones. Se trata de una etiqueta especialmente importante para los profesionales del sector de la construcción, el transporte y la industria, que buscan resistencia a la intemperie y una gran durabilidad.

Los controles los realizan laboratorios independientes y se refieren a:

  • Espesor de la capa de pintura.
  • Brillo y aspecto de la superficie.
  • Adherencia de la pintura.
  • Resistencia a los golpes, arañazos y rayos UV.
  • Resistencia a la corrosión filiforme.

Existen otras homologaciones adicionales:

La etiqueta QUALICOAT Seaside es específica para entornos costeros y sujetos a corrosión. Por lo tanto, el pretratamiento reforzado del aluminio es esencial para cumplir con sus requisitos. Seaside ofrece una mayor resistencia a la corrosión en comparación con QUALICOAT.

La etiqueta QUALIDECO, por su parte, está relacionada con los acabados decorativos (como el efecto madera, mármol, etc.) y garantiza el mantenimiento estético del acabado

  • QUALI STEEL COAT

Es la etiqueta de calidad para el acero y el acero galvanizado. Es una etiqueta esencial para estructuras y equipos de acero que deben resistir entornos exteriores, como las construcciones metálicas.

Los criterios de QUALI STEEL COAT se basan en : 

  • Preparación de la superficie.
  • Espesor del recubrimiento.
  • Resistencia a la corrosión.
  • Durabilidad del sistema de recubrimiento a lo largo del tiempo.

Existen dos tipos de clases para las etiquetas: clase 1 y clase 2. Según la clase, tienen propiedades específicas en función de su durabilidad en el tiempo, el mantenimiento de una película de pintura y el brillo, y según la flexibilidad de la chapa:

5 - Pinturas en polvo

Como seguramente ya sabrá, la elección de la pintura en polvo es importante. Esta determina el aspecto final que tendrá la chapa, así como el rendimiento del revestimiento. Con el método de termolacado, ¡tiene infinitas posibilidades!

Acabados estándar

  • Mate: da un aspecto moderno, sobrio y que no refleja demasiado. Es un acabado ideal para ocultar pequeñas imperfecciones.
  • Satinado: es un término medio entre el aspecto mate y el brillante. Se utiliza habitualmente para chapas de aluminio y acero.
  • Brillante: el resultado es resplandeciente, lo que requiere una superficie preparada de forma óptima.
  • Textura fina: para un aspecto ligeramente granulado al tacto y a la vista. Es conocido por su capacidad para ocultar marcas y ofrecer una mayor resistencia a los microarañazos.

Acabados especiales

  • Metalizado: sus pigmentos metálicos confieren a la chapa un brillo resplandeciente y un aspecto similar al del metal en bruto o cepillado.
  • Arena: se busca recuperar el aspecto visual de la arena, para obtener un resultado único en su género.
  • Granallado: un aspecto similar al de una superficie tratada con granallado.
  • Madera: la imitación puede ser muy realista, conservando al mismo tiempo las ventajas propias del aluminio.
  • Soft Touch: un acabado mate con un tacto aterciopelado, que confiere a las placas un efecto de alta gama.

6 - Flexibilidad

La capacidad de la chapa para resistir la deformación es una de las pruebas más exigentes para un recubrimiento. La técnica del termolacado de buena calidad demuestra, por lo tanto, excelentes propiedades para cumplir este criterio.

En el sector de la construcción y la industria, materiales como el aluminio son muy apreciados por su ligereza y flexibilidad. Una vez que el material (aluminio, acero...) se ha termolacado, la capa de pintura endurecida debe poder seguir la deformación aplicada a la placa sin agrietarse, desprenderse ni descascarillarse.

Debido a su composición y a sus características mecánicas/físicas, la calidad de los pliegues puede variar en función de:

  • El tipo de polvo utilizado (aspecto y diseño)
  • El sustrato (acero/aluminio) y su espesor
  • Los métodos de plegado (el cliente y sus requisitos)

Un termolacado que cumpla con las normas de etiquetas como QUALICOAT, por ejemplo, es una garantía de que el recubrimiento ha superado las pruebas de adherencia de la laca a la chapa, así como de buena durabilidad del color.